La decisión al momento de elegir en donde vivir está motivada por varias razones: ubicación, costos, comodidades y seguridad. Sin dudas, son todos aspectos de peso que termina por inclinar la balanza a favor o en contra de ciertas alternativas. Los barrios cerrados figuran entre aquellas que reciben mayores votos de confianza por parte de las familias. ¿A qué se debe? ¿Por qué los barrios cerrados son una opción que crece en la ciudad?
En primer lugar, puede decirse que todos los puntos mencionados anteriormente juegan a favor de este tipo de desarrollo inmobiliario. Cuando se trata de ubicación, en general los barrios cerrados se ubican en “la mitad”: mitad ciudad, mitad entornos verdes. De esta manera, las personas pueden tener todos los servicios al alcance de su mano y muchas de las instituciones que les resultan de interés se ubican a una distancia óptima, a cubrir en un tiempo breve. Es decir, lo que forma parte de la cotidianeidad y la rutina está cerca. Pero al mismo tiempo, también está a una corta distancia aquello que permite despejarse, mantener un cable a tierra sin estar estresados o volverse locos, Un paisaje verde al abrir la ventana funciona como un bálsamo perfecto. Esto también lo tienen los barrios cerrados, que promueven la vida al aire libre, el contacto con el campo y la naturaleza sin tener que atravesar cientos de kilómetros para concretar una escapada. La “escapada” está en nuestra propia casa y basta abrir la puerta para poder disfrutar de ella.
Por otro lado, y hoy en día es uno de los factores prioritarios, está la seguridad. Existen un espíritu generalizado de malestar y desconfianza, que ha llevado a que la gente se mueva con miedo. O mucho peor, que deje de moverse. Entonces, ¿cuál es el sentido de vivir así? Sin dudas, aquí coincidimos todos: ninguno. Encontrar un lugar en donde uno esté seguro pero al mismo tiempo pueda conservar su libertad es el propósito de mudarse a un barrio cerrado.
Confort: otra de las fortalezas de estos desarrollos. Los barrios cerrados también priorizan y conceden un lugar especial al momento de ocio y de socialización y por eso en ellos se pueden encontrar fuentes de “distracción” como canchas de tenis y fútbol, senderos y ciclovías para salir a caminar, patinar y andar en bici, así como también una piscina para relajarse y disfrutar de un chapuzón. También hay club house, sede de encuentros con amigos y familiares, ideal para tener siempre un motivo para festejar.
Pero además, este tipo de emprendimientos inmobiliarios traen consigo el concepto de modernidad, tanto a nivel de diseño y arquitectura, como en estilo de vida. No sólo se trata de espacios, sino también de todo aquello que fue evolucionando en la vida del hombre y que hoy necesita para sentirse bien y estar cómodo.
Sin dudas, las ventajas son múltiples y este puede ser un buen momento para decidir darle un nuevo rumbo a tu vida. Siete Soles es un ejemplo perfecto de esta fusión: naturaleza urbana son las palabras mágicas, listas para ser pronunciadas por aquel que quiere vivir bien.
Etiquetas: barrios cerrados, confort, seguridad